En este fascículo se ha definido la psicología de la salud como una sub disciplina de la psicología que comprende tanto aspectos clínicos como el análisis de elementos sociales y culturales que promueven la salud o que facilitan la aparición de la enfermedad mental.
La noción de salud ha evolucionado con el tiempo y con el desarrollo científico, hasta ser concebida hoy día como un estado de bienestar general que incluye aspectos físicos y psicológicos. Este estado puede ser afectado por muchos factores no solo biológicos, sino derivados de la actividad del sujeto en un medio físico, social y cultural. Por los tanto, el proceso salud- enfermedad es inherente al desarrollo humano, entendiéndose este último como constituido, en primer lugar, por una estructura biológica que da ciertas orientaciones al desarrollo y, seguidamente, por una psicológica, que siempre está evolucionando y cambiando.
Existe, entonces, una interacción entre el individuo y su medio que define la naturaleza del desarrollo humano y las características del proceso salud-enfermedad.
Este enfoque de la salud permite amplias posibilidades para la acción de la psicología y de los psicólogos. De esta forma, puede verse como la relación de la psicología con la salud pública trasciende los límites de lo puramente clínico, aunque la participación de estos profesionales en el diagnóstico y tratamiento de problemas de salud mental sigue ocupando un papel importante, especialmente en los programas de salud pública.
La psicología social también tiene un aporte que dar en la comprensión de hábitos, actitudes y estilos de vida que se dan en los barrios y comunidades.
La psicología social ofrece métodos de investigación que son instrumentos valiosos para los promotores de salud, detectando a tiempos factores de riesgo en salud.
También la psicología de la educación contribuye determinando procesos educativos que promueven la salud, educando a la población en prevención e identificando los métodos más adecuados para llevar a cabo las tareas de prevención.
La psicología del trabajo educa a los trabajadores y empleadores sobre los riesgos ocupacionales, creando conciencia de la relación que existe entre aspectos laborales y la aparición de enfermedades específicas.
Los programas de salud mental pueden funcionar en tres niveles: prevención primaria, prevención secundaria y prevención terciaria.
En cuanto a la manera de concebir la salud y la enfermedad existe un modelo religioso, que explica la enfermedad como producto del pecado o de fuerzas malignas y el modelo conductual que enfatiza el papel del aprendizaje en la aparición de la enfermedad.
Prevención primaria: Se define la prevención primaria como aquellas acciones que se llevan a cabo en una población, cuyo objetivo fundamental es detectar situaciones de riesgo o problemáticas que pueden causar problemas futuros.
Prevención secundaria: La prevención secundaria consiste en detectar tempranamente los problemas psicológicos antes de que exista un gran deterioro en la persona.
Prevención terciaria: Consiste en identificar los problemas de salud o los problemas psicológicos después de que aparecen, cuando los síntomas no se pueden ignorar más. Lo que se pretende con este tipo de prevención es disminuir los efectos de los problemas y evitar que sigan ocurriendo.
Psicoterapia Individual: Brinda elementos para que el individuo obtenga una comprensión de su situación problemática y defina por si mismo alternativas de acción que le permitan superar el problema. Los diferentes métodos toman en cuenta las necesidades particulares de los sujetos, y esto a veces puede quedar de lado en una psicoterapia grupal.
Psicoterapia Grupal: La principal característica es que varios sujetos que comparten una misma problemática pueden ser atendidos simultáneamente por dos terapeutas, previa evaluación de cada caso. El grupo puede tener un efecto positivo, pues los pacientes no se sienten solos en su situación y reciben solidaridad de los otros miembros del grupo.
Psicoterapia familiar: La tesis fundamental es que muchos problemas de los pacientes que han sido identificados tienen su origen en la familia, que la familia también sufre y enfrenta dificultades y que, por lo tanto, tratando a todo el núcleo familiar, este se convierte en fuente de salud y no de enfermedad. La familia también aprende a relacionarse en forma más adecuada y puede convertirse en apoyo para sus miembros enfermos si se somete a psicoterapia familiar.
El estudio psicoepidemiológico permite determinar las tasas de incidencia y prevalencia. La incidencia se refiere al número de casos que aparecen en un lapso de tiempo determinado. La prevalencia indica el número de casos o porcentaje de personas que en una población dada presenta la enfermedad.
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